2 de abril – Día del veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas

¿Qué se conmemora el 2 de abril?

El 2 de abril se conmemora el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”, para homenajear a los héroes que combatieron en el conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982.

Recordemos que el 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con esta acción de afirmación de la soberanía nacional, apoyada por un importante sector de la población, la dictadura militar intentaba ocultar la gravísima situación social, política y económica de nuestro país, a la que nos había conducido su gobierno.

El conflicto armado concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina, que provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Se considera que la derrota aceleró el fin de la dictadura militar.

El 22 de noviembre de 2000 el gobierno nacional estableció el 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas. Recordar esta fecha en las escuelas tiene distintos objetivos: honrar a los soldados muertos en la guerra, conocer los hechos históricos relacionados con Malvinas e informar sobre la situación actual de las Islas y sobre los reclamos argentinos.

También hubo mujeres que participaron de la guerra y fueron distribuidas tanto en tierra como en mar. El buque hospital más grande que tuvo Argentina, el ARA Almirante Irízar, contó con siete enfermeras civiles voluntarias que se embarcaron el 4 de junio y que estuvieron presentes en la zona de conflicto a partir de la cual se las debe reconocer como veteranas, acorde a la ley. Al igual que las trece ubicadas en el Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia, tenían entre 21 y 24 años. Éstas últimas pertenecían a la Fuerza Aérea y recibían a alrededor de treinta soldados por día, trasladados en barcos y en aviones. Según algunos testimonios recopilados, uno de los recuerdos más vívidos de aquellas mujeres es el de los heridos llamando a sus madres en cuanto se abrían las puertas del avión.

Estas mujeres, que vivieron también el horror y la crudeza de la guerra fueron omitidas en la reconstrucción colectiva sobre uno de los episodios más tristes de nuestra historia reciente.